1. Usar cuentas de ahorro remuneradas
Las cuentas bancarias remuneradas son una buena alternativa a la inversión para aquellos ahorradores con aversión al riesgo, este tipo de cuentas permiten sacar algo de rentabilidad a tus ahorros y son ofrecidas por la mayoría de entidades bancarias con un interés anual de entre un 1-5%. No conllevan prácticamente riesgo ya que están respaldadas hasta 100.000 euros por el Fondo de Garantía de Depósitos.
Existen cuentas corrientes remuneradas y cuentas nómina remuneradas que se diferencian principalmente por sus requisitos de vinculación y en el interés que ofrecen: las cuentas corrientes remuneradas son menos exigentes, pero también pagan un interés menor, mientras que las cuentas nómina remuneradas te obligan como mínimo a domiciliar la nómina y, a cambio, te ofrecen una rentabilidad más elevada.
A día de hoy, la mejor cuenta remunerada la ofrece Trade Republic y My Investor ambas con un 2% TIN y la mejor cuenta nómina remunerada actualmente es la ofrecida por CaixaBank con un 5% durante 24 meses (para saldos de hasta 5.000 euros).
Entidad Bancaria | Tipo de cuenta | Interés |
CaixaBank | Cuenta Nómina (ingresos superiores a 2.500€) | 5% durante 24 meses |
IberCaja | Cuenta Vamos (ingresos iguales o superiores a 1.400€) | 5% durante 12 meses |
Bankinter | Cuenta Nómina | 5% durante 12 meses |
OpenBank | Cuenta de Ahorro Bienvenida con Nómina | 5% durante 12 meses |
Trade Republic | Cuenta Trade Republic | 2% para siempre |
My Investor | Cuenta MyInvestor | 2% hasta 12 meses |
Sabadell | Cuenta Online (con nómina domiciliada) | 2% hasta 12 meses |
Cajamar | Cuenta 360 | 1,75% para siempre |
2. Invertir en bienes raíces
Invertir en bienes raíces es una estrategia comúnmente utilizada para proteger el patrimonio contra la inflación.
La rentabilidad de una inversión en bienes raíces puede variar ampliamente dependiendo de varios factores, como el tipo de propiedad, la ubicación geográfica, las condiciones del mercado y la gestión de la propiedad.
- Comprar y mantener: Comprando un inmueble apalancándose mediante una hipoteca y mientras se vive en ella se va pagando este préstamo, de tal forma, que se va generando un patrimonio para el futuro, y además la propiedad se puede revalorizar en el futuro generando una ganancia mayor.
- Comprar para alquilar: Una de las formas más sencillas de generar ingresos con una propiedad es mediante el alquiler a largo plazo o vacacional, comprando un inmueble mediante el apalancamiento bancario con una hipoteca mientras el inquilino paga la deuda y, en muchos casos, generamos un cashflow extra.
- Comprar, reformar y vender (flipping): Comprar propiedades con el objetivo de renovarlas y luego venderlas rápidamente puede ser rentable si compras la propiedad a un precio bajo y realizas mejoras que aumenten su valor de mercado.
- Invertir en REITs: Este tipo de fondos permite a los inversores obtener una participación en una cartera diversificada de propiedades inmobiliarias. Los REITs pueden proporcionar una protección contra la inflación al ofrecer un flujo de ingresos estable y al mantener o aumentar el valor de la propiedad con el tiempo.
- Invertir en fondos de inversión inmobiliaria: Al invertir en estos fondos es posible obtener una rentabilidad a través de los ingresos de alquiler y la apreciación del valor de la propiedad que se encuentra dentro del fondo. Los fondos inmobiliarios diversificados pueden reducir el riesgo y aumentar la rentabilidad.
- Crowdfunding inmobiliario: Consiste en el financiamiento colectivo en la que varias personas invierten pequeñas cantidades de dinero para financiar un proyecto inmobiliario. Los proyectos pueden incluir la construcción de edificios, la renovación de propiedades existentes o la compra de bienes raíces para su posterior venta o alquiler. Se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años debido a su accesibilidad y a la posibilidad de obtener rendimientos atractivos a través de inversiones inmobiliarias sin tener que hacer grandes desembolsos de capital. Uno de los portales más conocidos en España para este tipo de inversión es Housers, donde se puede empezar a invertir desde 300 euros.
Es importante tener en cuenta que invertir en bienes raíces también conlleva ciertos riesgos, como la fluctuación de los precios de la propiedad y la demanda de alquiler, siempre es recomendable formarse antes y analizar bien la inversión.
3. Inversión en fondos indexados o ETFs
Invertir en bolsa implica comprar acciones individuales de una empresa haciendo un análisis previo. Esta estrategia puede ser más adecuada para los inversores con experiencia y que están dispuestos a asumir un mayor riesgo, pero para inversores con pocos conocimientos son más recomendables los fondos indexados o ETFs (siempre a largo plazo) ya que es un tipo de inversión más pasiva y más diversificada lo cual tiene un menor riesgo.
La rentabilidad de estos fondos varía según el índice de referencia que sigan, así como las condiciones del mercado y la economía en general. Sin embargo, en general, han tenido un rendimiento consistente y predecible a largo plazo.
Por ejemplo, el índice S&P 500, que es un índice de referencia común utilizado por los fondos indexados, ha tenido un rendimiento anual promedio del 10% durante las últimas décadas.
Otro ejemplo es el índice MSCI World, que es un índice global que sigue la rentabilidad de acciones de empresas en países desarrollados y emergentes. Los fondos que siguen este índice también han tenido un buen rendimiento a largo plazo, con un rendimiento anual promedio del 7,5% durante las últimas décadas.
Aunque un fondo indexado y un ETFs son similares en cuanto a funcionamiento, pero tienen algunas diferencias que es importante que conozcas, te recomendamos leer este artículo: diferencias entre fondos indexados y ETFs.
Si quieres empezar en este tipo de inversiones existen dos grandes gestores en España como Indexa Capital y My Investor que ofrecen servicios de inversión en fondos indexados y ETFs. Aunque ambas opciones son recomendables, pero Indexa requiere un capital mínimo de 3.000 euros y My Investor actualmente solo 150 euros.
4. Comprar oro u otros metales preciosos
El oro y otros metales preciosos son considerados como activos refugio, lo que significa que se considera una inversión segura en momentos de incertidumbre económica y volatilidad en los mercados financieros.
Históricamente el oro demostrado ser una cobertura contra la inflación, lo que significa que su valor ha aumentado cuando la inflación ha sido alta. Cuando los precios de los bienes y servicios aumentan, el valor del oro también tiende a aumentar, lo que puede proteger el poder adquisitivo del inversor. Además, es considerado como un activo refugio en tiempos de crisis económica o conflictos geopolíticos, guerras comerciales, recesiones y otros eventos impredecibles.
Existen varias formas de invertir en oro:
- Comprar lingotes de oro: Se pueden adquirir a través de tiendas especializadas en metales preciosos e incluso tiendas online, pero esta opción puede tener mayores costes para su almacenamiento seguro. También hay que tener en cuenta que a la hora de venderlo para conseguir liquidez se debe vender el lingote completo y ofrece menos flexibilidad que por ejemplo comprar monedas de oro.
- Comprar monedas de oro: Aunque los lingotes suelen tener un precio más bajo por onza que las monedas de oro, pero existe una mayor demanda por parte de coleccionistas y otros compradores interesados en su valor numismático, además de ser más accesibles, su precio es menor que el de un lingote y son más fáciles de almacenar de forma segura. Una web recomendada para adquirir monedas de oro es CoinInvest.
- Invertir en fondos cotizados de oro (ETFs): Existen fondos que cotizan en bolsa y buscan replicar el precio del oro, se pueden comprar y vender como si se tratasen de acciones sin necesidad de tener el oro físico y tener que preocuparse por su almacenamiento. Puedes comprar y vender ETFs de oro en el conocido broker Degiro.
- Invertir en futuros de oro: También se pueden usar los futuros del oro para especular sobre los precios futuros del oro, pero esta opción es más compleja y conlleva mayor riesgo.
5. Comprar relojes
La compra de relojes como inversión es una práctica que ha ganado popularidad en los últimos años. Los relojes de alta calidad, especialmente los modelos vintage y los modelos de edición limitada, pueden ser valiosos para los coleccionistas y los inversores.
Al invertir en este tipo de activos hay que tener en cuenta una serie de factores importantes:
- Marca: Es uno de los factores más importantes a considerar al comprar relojes como inversión. Las marcas de relojes de lujo, como Rolex, Patek Philippe, Audemars Piguet y Omega, suelen ser más valiosas debido a su prestigio y su larga historia. De sus fábricas han salido los 20 relojes más caros vendidos en una subasta de la historia. Claro que tampoco sirve cualquier modelo: los más exitosos son el Rolex Daytona (de acero y bicolor), el Nautilus de Patek Philippe y el Royal Oak de Audemars Piquet.
- Tiempo: Los relojes antiguos y vintage suelen ser más valiosos que los modelos modernos, especialmente si están en buenas condiciones. Algunos relojes clásicos pueden ser muy caros y requerir una gran inversión inicial, pero su valor puede aumentar con el tiempo.
- Estado: Dependiendo de su estado de conservación, si tienen todas sus piezas originales y tienen poco desgaste, tienden a ser más valiosos que los relojes en mal estado.
- Rareza: Aquellos de edición limitada o los modelos producidos en cantidades limitadas suelen ser más valiosos que los modelos producidos en masa.
- Procedencia: Si un reloj perteneció a una persona famosa o tuvo algún otro tipo de historia interesante, su valor puede aumentar.
Este tipo de inversión conlleva algunos riesgos ya que el precio de los relojes puede fluctuar y no hay garantía de que un reloj mantenga o aumente su valor en el futuro. Aunque el valor de los relojes antiguos ha aumentado un 73% en la última década, según el Informe de la Riqueza 2019 de la consultora inmobiliaria Knight Frank, se han convertido en un tipo de activo en el que invertir, pero hay que ser muy experto para ganar dinero con ellos.
Es necesario considerar otro aspecto importante antes de invertir en ellos que es asegurarse de que son relojes auténticos ya que existen falsificaciones tan buenas que solo se podría descubrir que es falso abriéndolo y comprobándolo su mecanismo interno una persona experta en ese tipo de relojes.
6. Invertir en criptomonedas
Hace algunos años invertir en monedas virtuales o criptomonedas como Bitcoin o Ethereum, entre otras, era tarea difícil ya que existían pocos exchanges de confianza y en muchas ocasiones se debía recurrir a buscar interesados en comprar o vender por foros o webs del tipo localbitoins.
Actualmente con el gran auge de las criptomonedas y la cantidad de exchanges disponibles para poder invertir en ellas se ha disparado el interés por invertir en este tipo de activo, que aunque puede generar altas rentabilidades al tratarse de una tecnología en periodo de expansión y crecimiento, pero el riesgo también es muy alto debido a que existe mucho desconocimiento, poca regulación y estafas.
Antes de invertir en este activo altamente volátil hay que investigar bien sobre el proyecto que hay detrás y su roadmap y también evitar entrar en momentos de euforia donde todo el mundo quiere invertir en criptomonedas cegándose por las altas rentabilidades.
Una estrategia que funciona bien en este tipo de mercados es no invertir mucho dinero de golpe e ir promediando en compras periódicas (conocido como DCA), de tal forma, que vamos promediando el precio de entrada y minimizando el riesgo. No obstante, esta estrategia solo es válida si la criptomoneda donde se invierte tiene un equipo detrás que sigue trabajando para desarrollar el proyecto.
Algunas de las plataformas centralizadas más seguras y conocidas para invertir en criptomonedas son: Binance, Kucoin, Coinbase, Kraken y Huobi.
Aunque también existen otras que son totalmente descentralizadas y donde no hay que pasar un proceso de verificación de identidad (conocido como KYC) como son: Uniswap, dYdX y Waves Exchange.
7. Invertir en startups
Una startup es una empresa emergente que busca desarrollar un modelo de negocio innovador, disruptivo y escalable con el objetivo de lograr un crecimiento rápido y sostenible en un plazo relativamente corto. Este tipo de empresas pueden ser de cualquier tamaño o sector, y pueden estar enfocadas en tecnología, bienes de consumo, servicios financieros, salud y muchos otros sectores.
Antes de invertir en una startup, es importante investigar la empresa y comprender su modelo de negocio, su mercado objetivo, su equipo de liderazgo y su estado actual de financiación.
Es importante tener en cuenta que invertir en startups puede ser una inversión a largo plazo y es posible que no se vea un retorno de la inversión durante varios años ya que, a menudo, requieren más inversión a medida que crecen y pueden no ser capaces de proporcionar liquidez a los inversores hasta que la empresa alcance cierto nivel de éxito o se venda a otra empresa.
Los principales problemas de invertir en startups son las altas posibilidades de fracaso (algunos estudios indican que alrededor del 90% fracasan en sus primeros años de vida), falta de liquidez porque pueden tardar varios años en ser rentables y la competencia al estar en mercados altamente competitivos.
Aún con los riesgos que conlleva invertir en este tipo de empresas, pero la clave es la diversificación, mejor invertir 10 mil euros en 10 startups que 100 mil en una, y el análisis previo del proyecto, no solo se debe valorar la necesidad del producto o servicio, sino sus posibilidades de futuro. Si la startup tiene éxito las ganancias pueden ser muy superiores a la cantidad de dinero invertida al incrementar su valor como empresa, ser adquirida por otra empresa más grande o incluso mediante el reparto de dividendos entre sus inversores.
8. Invertir en arte y antigüedades
El arte siempre se ha posicionado como uno de los activos favoritos en las inversiones de lujo, pero cada vez esta más accesible a todo el mundo y con un precio de entrada menor. Incluso, gracias a las nuevas tecnologías, cada vez es más sencillo. Por ejemplo, existe AmazonArt, que desde el año 2013 permite vender obras de arte directamente por Internet.
Una de las principales ventajas de invertir en arte (físicas) es que sirve de colateral para otras inversiones, de esta forma, si deseamos realizar una inversión inmobiliaria, podremos aportar nuestra obra de arte como garantía del préstamo, y así podremos beneficiarnos del efecto de apalancamiento.
Otra ventaja es que en algunos países existe una fiscalidad especial para las obras de arte en concreto respecto al IVA y al impuesto de sucesiones.
Al invertir en obras de arte físicas es importante verificar la originalidad de la obra y solicitar su certificado de autenticidad y también asegurar la inversión contratando algún seguro que la proteja ante un robo, un incendio o cualquier fenómeno inesperado.
Aunque ahora ya no es necesario poseer las obras de arte para poder invertir en ellas, se puede hacer de diferentes formas:
- Comprando acciones de empresas: Invirtiendo directamente en acciones que cotizan en bolsa, como por ejemplo, Sotheby’s, una de las mayores casas de subastas de obras de arte a nivel mundial.
- Participando en fondos de inversión en arte: Se trata de fondos de inversión privados que se dedican a la generación de retorno mediante la compra y venta de obras de arte, gestionados por gestores especializados en las inversiones en arte. El principal inconveniente de esta forma de inversión es que requiere de cantidades elevadas para poder acceder, aunque proporciona la principal ventaja de que no se requieren conocimientos en arte.
- Invirtiendo mediante crowdfunding de arte: Mediante el financiamiento colectivo en la que varias personas invierten pequeñas cantidades de dinero, y de esta forma, apoyar un proyecto artístico específico. Estos proyectos pueden incluir la creación de una obra de arte, la organización de una exposición de arte, la publicación de un libro de arte o la realización de un documental sobre un artista.
Acumula valor, reduce tus gastos y genera nuevas fuentes de ingresos
En definitiva, la mejor forma de proteger tu dinero es acumular patrimonio en activos e inversiones que mantengan como mínimo su valor o se revaloricen a lo largo del tiempo, porque cada día que pasa la deuda de los países es mayor y el dinero no para de devaluarse.
Al acumular patrimonio en lugar de dinero se consigue una mejor estabilidad a largo plazo e incluso se generan ingresos extra que pueden venir a través de los alquileres, los dividendos o las ganancias de capital.
La estrategia ideal no sería solo acumular valor, sino crear diferentes fuentes de ingresos a la vez que se intenta reducir al máximo los gastos innecesarios y destinar ese dinero extra a invertir de forma diversificada en activos para conseguir la máxima rentabilidad a largo plazo.
Ahora te toca a ti, cuéntanos en los comentarios cuales de estas formas de proteger tu dinero usas o si conoces alguna otra que es interesante añadir a la lista, te leemos 🙂
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