TAE (Tasa Anual Equivalente) es una medida estandarizada que permite comparar diferentes productos financieros y sus tasas de interés. Esta tasa indica el interés anual que se debe pagar o recibir en un producto financiero, considerando no solo el interés nominal (TIN), sino también los cargos y comisiones asociados al producto, y el plazo de inversión o crédito.
La tasa se calcula teniendo en cuenta la frecuencia con la que se capitaliza el interés, es decir, la frecuencia con la que se añade el interés al capital inicial. En algunos casos, la TAE es más alta que la tasa de interés nominal, ya que incluye los costos adicionales asociados al producto financiero.
La TAE se utiliza comúnmente para comparar diferentes productos financieros, como préstamos, tarjetas de crédito, cuentas de ahorro e inversiones. Permite a los clientes comparar diferentes opciones de inversión o crédito y elegir la que mejor se adapte a sus necesidades y objetivos financieros.