Un gasto amortizable es un gasto que se divide en varios períodos contables, generalmente a lo largo de varios años, y que se deduce en cada uno de estos períodos. Los gastos amortizables son aquellos que se relacionan con activos fijos, como maquinaria, equipo, edificios, etc. y son necesarios para llevar a cabo una actividad económica. Al amortizar un gasto, se está reflejando la disminución en el valor del activo fijo utilizado para generar ingresos.
Por ejemplo, si una empresa compra un edificio por 1.000.000€ y se espera que el edificio tenga una vida útil de 20 años, se amortizaría el edificio a lo largo de 20 años, deduciendo 50.000€ de los ingresos de la empresa cada año.
Existen diferentes métodos de amortización, como el método lineal, el método de amortización decreciente, entre otros, cada uno de ellos tiene sus propias reglas y regulaciones, y pueden variar dependiendo del país.
En España, los porcentajes de amortización varían dependiendo del activo fijo en cuestión. El Ministerio de Hacienda establece las tasas de amortización para diferentes categorías de activos fijos. Algunos ejemplos de tasas de amortización en España son:
- Edificios: 2%
- Maquinaria y equipo: 25%
- Vehículos: 20%
- Mobiliario y enseres: 15%
- Inmovilizado intangibles: 30%