Los bienes raíces son los bienes inmuebles, es decir, los terrenos y las construcciones sobre ellos. Incluye desde edificios, casas, departamentos, locales comerciales, oficinas, hasta terrenos vacíos, fincas, parques, entre otros.
Los bienes raíces se dividen en dos categorías: los bienes raíces comerciales, que incluyen edificios comerciales, hoteles, edificios de oficinas y centros comerciales, y los bienes raíces residenciales, que incluyen casas, departamentos, edificios de viviendas y terrenos vacíos.
Los bienes raíces son considerados como una inversión a largo plazo, ya que su valor suele aumentar con el tiempo.
A menudo se utilizan como garantía para obtener préstamos, y también pueden generar ingresos a través de la alquiler o la venta. Además, en algunos países, el impuesto sobre la propiedad inmobiliaria es una fuente importante de ingresos para los gobiernos locales. Sin embargo, también existen riesgos asociados con la inversión en bienes raíces, como la fluctuación del mercado y la incertidumbre económica.