Un descubierto en cuenta se produce cuando se realizan transacciones que hacen que el saldo de la cuenta bancaria sea negativo, es decir, cuando se extrae más dinero de la cuenta de lo que se tiene disponible. El descubierto puede ser autorizado o no autorizado.
Un descubierto autorizado ocurre cuando el titular de la cuenta acuerda con el banco previamente para que le permita gastar más dinero del que tiene disponible en la cuenta, a cambio de pagar intereses y comisiones adicionales.
Por otro lado, un descubierto no autorizado se produce cuando el titular de la cuenta gasta más dinero del que tiene disponible sin haber obtenido el consentimiento del banco previamente. En este caso, el banco puede aplicar cargos adicionales, intereses y comisiones, y en algunos casos, puede tomar medidas legales para recuperar el dinero adeudado. Es importante tener en cuenta que los descubiertos no autorizados pueden ser costosos y afectar negativamente la calificación crediticia del titular de la cuenta.