El IPC (índice de precios al consumidor) es un indicador económico que mide la variación de los precios de los bienes y servicios que adquieren los hogares. Es utilizado para medir la inflación en un país.
El IPC se calcula tomando una cesta de bienes y servicios que representan lo que la mayoría de los hogares compran y se establece un peso para cada uno de ellos, basado en su importancia en el presupuesto del hogar. Se calcula periódicamente (generalmente mensual o trimestral) y se compara con el mismo período del año anterior. La variación del IPC respecto al año anterior indica el nivel de inflación.
El IPC se utiliza como un indicador de la salud de la economía, ya que un aumento en los precios de los bienes y servicios puede indicar una inflación alta, lo que puede afectar negativamente a la economía. Por otro lado, una tasa de inflación baja puede indicar una economía en desaceleración. Por eso, el IPC es un indicador clave para los bancos centrales y los economistas, ya que les ayuda a tomar decisiones sobre la política monetaria y fiscal.